LlorensBlood
Mr. Big's Thug
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- Mar 24, 2011
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Aquí os cuento la curiosa historia del título número 50 de mi colección...
Bueno bueno bueno, hay veces que la vida te guiña un ojo y creo que este es uno de esos momentos, puesto que después de muchos años, se ha "cerrado" un círculo que empezó hace unos 7 años. Ese año fué cuando vendí toda mi colección AES a un amigo (y todo por financiarme otro hobby, una moto, que la verdad, nunca me llegó a gustar tanto como las inolvidables partidas con mi NG, supongo que sobre gustos no hay nada escrito jejeje).
La verdad es que en su momento no me importó mucho puesto que, excepto un título en particular, los demás casi que ni pensé en la pérdida que suponía venderlos, en lo que suponía despedirme para siempre de ellos... pero ese título en particular, mi "joya de la corona", el Blazing Star... qué pena me dió tios, puesto que eran incontables las veces que lo jugué y rejugué y rejugué. Yo casi lo calificaba (y sigo pensando lo mismo) que era casi un juego 3D de 16 bits, sus entornos, sus sprites, sus animaciones, te llevaban a una inmersión en el juego que ningún otro shooter me había llevado. Además, por si fuera poco, tenías a tu disposición una serie de naves que nada tenían que ver con otra, lo que permitía rejugarlo muchas veces pues cada nave requería una estrategia bien diferente a las demás.
Hasta que hace bien poco este amigo y yo retomamos el contacto, y hace una semana pude por fin vender esa moto que me costó mi colección AES... fué como un acto reflejo, después de hacerme el pesado accedió a venderme este juego... y vuelvo a tenerlo joder joder, es como si todo quedase en el orden que debiera a tener desde un principio, aunque parezca demasiado filosófico. Pero ver la caja, su plástico más bien arrugado, los restos de la etiqueta del precio que nunca llegué a quitar... y volverlo a jugar, tios, eso ha sabido a gloria, 7 años después vuelvo a conseguir el mismo cartucho que jugué desde que lo comprara en 1998 a una tienda de Madrid, y vendiendo la moto que por ella, acabé vendiendo esta gran joya tantos años atrás. Como he comentado, la vida sonríe, y un círculo por fin se ha cerrado...
¡¡¡YYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYEEEEEEEEEEEEEEEAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!!!
(Sergio este grito va por tí, ¡¡¡gracias tio!!!)
Bueno bueno bueno, hay veces que la vida te guiña un ojo y creo que este es uno de esos momentos, puesto que después de muchos años, se ha "cerrado" un círculo que empezó hace unos 7 años. Ese año fué cuando vendí toda mi colección AES a un amigo (y todo por financiarme otro hobby, una moto, que la verdad, nunca me llegó a gustar tanto como las inolvidables partidas con mi NG, supongo que sobre gustos no hay nada escrito jejeje).
La verdad es que en su momento no me importó mucho puesto que, excepto un título en particular, los demás casi que ni pensé en la pérdida que suponía venderlos, en lo que suponía despedirme para siempre de ellos... pero ese título en particular, mi "joya de la corona", el Blazing Star... qué pena me dió tios, puesto que eran incontables las veces que lo jugué y rejugué y rejugué. Yo casi lo calificaba (y sigo pensando lo mismo) que era casi un juego 3D de 16 bits, sus entornos, sus sprites, sus animaciones, te llevaban a una inmersión en el juego que ningún otro shooter me había llevado. Además, por si fuera poco, tenías a tu disposición una serie de naves que nada tenían que ver con otra, lo que permitía rejugarlo muchas veces pues cada nave requería una estrategia bien diferente a las demás.
Hasta que hace bien poco este amigo y yo retomamos el contacto, y hace una semana pude por fin vender esa moto que me costó mi colección AES... fué como un acto reflejo, después de hacerme el pesado accedió a venderme este juego... y vuelvo a tenerlo joder joder, es como si todo quedase en el orden que debiera a tener desde un principio, aunque parezca demasiado filosófico. Pero ver la caja, su plástico más bien arrugado, los restos de la etiqueta del precio que nunca llegué a quitar... y volverlo a jugar, tios, eso ha sabido a gloria, 7 años después vuelvo a conseguir el mismo cartucho que jugué desde que lo comprara en 1998 a una tienda de Madrid, y vendiendo la moto que por ella, acabé vendiendo esta gran joya tantos años atrás. Como he comentado, la vida sonríe, y un círculo por fin se ha cerrado...
¡¡¡YYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYEEEEEEEEEEEEEEEAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!!!
(Sergio este grito va por tí, ¡¡¡gracias tio!!!)